Por Manu Rubio en elecolo.com
Ayer lunes comenzó la matanza anual de focas autorizada por el Departamento de Pesca y Océanos del Gobierno de Canadá. Este año serán 270.000 ejemplares de foca los masacrados por personas e instituciones sin escrúpulos y sensibilidad.
La caza de focas es una cita anual en la cual pescadorescanadienses se dedican a disparar y cazar cachorros de focas arpa en la temporada de caza, pese a las constantes protestas de grupos defensores de los derechos de los animales. Años anteriores se han autorizado exterminios de alrededor de unas 350.000 focas jóvenes frente a la este de Canadá, otras miles quedan mutiladas o gravemente heridas de por vida.
Algunos científicos, así como las organizaciones de protección animal que protestan por las cazas, señalan que la debilidad del hielo de los últimos años ha significado una mortalidad muy superior a la normal entre los cachorros.
El profesor David Lavigne, una de las mayores autoridades científicas del mundo en focas arpa informó que según los propios datos de las autoridades canadienses, en los períodos recientes en los que el hielo ha sido débil la mortalidad se ha disparado entre el 25 y el 75% de las crías nacidas.
La falta de grandes placas de hielo flotantes también dificulta la caza para los pescadores que tienen que disparar a las focas a distancia, en vez de golpearlas en la cabeza sobre los témpanos como se ha hecho tradicionalmente en el golfo de San Lorenzo, donde se realiza mayoritariamente esta práctica.
El uso de rifles, la dispersión de las focas y su escasez hace que cada vez este tipo de caza sea menos rentable para los pescadores de Canadá.
Organizaciones como la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos (HSUS) y el Fondo Internacional del Bienestar Animal (IFAW) denuncian que la caza no sólo es “cruel” sino que las elevadas cuotas de caza permitidas por Canadá desde 1996 pueden tener un impacto catastrófico sobre el futuro de la población de focas en la región.
Sólo entre el 2003 y el 2005, los pescadores canadienses han cazado al menos un millón de focas arpa, algo más de una sexta parte de la población total en la costa atlántica canadiense.
Además, argumentan HSUS e IFAW, los animales cazados son los más jóvenes por lo que el impacto de su desaparición se verá realmente en los próximos años cuando esos ejemplares deberían haber alcanzado su madurez sexual.
Las autoridades canadienses, sin embargo, niegan que su gestión represente una amenaza para las focas arpa. Según el portavoz del Ministerio de Pesca canadiense, Phil Jenkins, las autoridades han incluido en sus modelos de gestión el impacto medioambiental como el calentamiento global y la desaparición de la capa de hielo.
Manu Rubio lleva una causa muy noble y lo felicito, pero le falta la vertiente mas efectiva a su discurso defensor de las focas: el mejor combate, el mas facil de fomentar y de ganar, va contra la finalidad de esta matanza.
ResponderBorrarEl porque se masacran a esos cachorros es aun mas horrible que el como. Manu no dice nada sobre ello.
La burguesia que se cubre de abrigos de focas de 3 meses es bastante mas culpable e hipocrita que el pescador que surte la materia prima y vive de eso.
La misma burguesia compra a precio de oro huevos de peces realmente en peligro de extincion. Para ello, otros pescadores habren la panza de hembras vivas, les arrancan sus huevitos y las tiran al mar. Ni comen la carne.
Ataquemos al cliente final. Hagamoslo responsable del comercio absurdamente destructor, aniquilador, exclusivamente dedicado a satisfacer su capricho imbecil.
esto es una crueldad, la aprovacion de este acto tan INUMANO!
ResponderBorrar