Los neoconservadores y sus aliados han perdido el apoyo del electorado en EEUU, en Italia, en España y en Inglaterra ; ya no les queda sino una sóla esperanza importante : Francia, con la elección de Nicolas Sarkozy para la presidencia de la República.
La cuestión no es saber si se quiere o no a Ségolène Royal, o si se tiene o no confianza en ella y en su partido. Seguro que los socialistas en el poder no mantendrán sus promesas. Pero, para el movimiento social, vale mil veces más tener en frente a unos socialistas que no mantienen sus promesas que a un Nicolas Sarkozy que las mantiene.
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La cuestión no es saber si se quiere o no a Ségolène Royal, o si se tiene o no confianza en ella y en su partido. Seguro que los socialistas en el poder no mantendrán sus promesas. Pero, para el movimiento social, vale mil veces más tener en frente a unos socialistas que no mantienen sus promesas que a un Nicolas Sarkozy que las mantiene.
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