
La estrategia que ha seguido la Iglesia católica para convertir (y controlar) a los no católicos ha sido la educación, y ésta con fuertes dosis de dogmatismo, es decir lo que no se cuestiona, sino que se acepta por la fe. Por ello el énfasis de educar desde temprana edad, cuando más vulnerables e indefensos son los seres humanos y más lisas sus conciencias. Colateralmente, cuando un gobierno no eclesiástico le es afín, aprovecha al máximo la circunstancia tratándose de apoderar de los sistemas educativos existentes, siempre con el argumento de la libertad religiosa.
LEER. Las intenciones de la Iglesia católica.
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