

Con estas condiciones tan particulares como premisa, se convocó a arquitectos de fama internacional para que dieran cuerpo a las infraestructuras. Es así como ha llegado hasta Valencia un edificio diseñado por el influyente e innovador Toyo Ito. Un bloque que alojará apartamentos para mayores e incorporará la milenaria sabiduría japonesa gracias a elementos como los manmaku, una especie de cortinillas ideadas para crear espacios de privacidad en los jardines. Luego está el espectacular Huerta Tower, creado por la firma holandesa MVRDV, un bloque de 20 plantas de las que emergen grandes balcones en los que se plantarán árboles frutales.

Los 18 edificios en cuestión darán cabida a 2.809 viviendas de protección oficial (659 de alquiler) en las que tendrán prioridad jóvenes (el 68,3% de los españoles menores de 35 años aún no ha podido emanciparse), ancianos (en España hay 7.276.620 mayores de 65 años y el 22% vive solo), inmigrantes (son ya 3,5 millones, el 8% de la población) y personas con algún tipo de discapacidad (se calcula que un 8% de los españoles tiene algún problema de movilidad). Saldrán al mercado a un precio de unos 117.000 euros y los alquileres podrían oscilar entre 90 y 200 euros mensuales. "Espero que en dos años y medio haya gente viviendo y que en tres todo esté finalizado", pronostica Blasco.
La microciudad, contará con estación de metro, estará a tres o cuatro paradas del centro de Valencia, y a 20 minutos en coche hasta la puerta del Ayuntamiento. Aunque en Sociópolis —900 metros de largo por 400 de ancho— los vehículos a motor, la verdad, no están muy bien vistos. Tendrán limitada su circulación al perímetro de la microciudad y sólo porque es inevitable facilitarles un camino hasta sus plazas de aparcamiento. El resto, estará reservado a peatones, ciclistas y deportistas.

El complejo Guallart es, además, clave porque albergará la plaza pública y el centro de nuevas tecnologías, el cerebro de Sociópolis. La microciudad pretende crear una comunidad digital entre todos los vecinos.
La obsesión porque la soledad no tenga cabida es una constante. Probablemente, para quienes la van a poner en pie, uno de los mayores fracasos sería enterarse de que uno de sus inquilinos ha aparecido muerto en su casa después de que los vecinos llevaran días sin verlo (más de 100 ancianos mueren cada año en España en estas circunstancias).
Una pista de atletismo serpentea por todo el recinto, que cuenta también con un estadio municipal cuyas gradas y vestuarios constituyen la planta baja de otro de los edificios más aclamados, el de Willy Muller. En Sociópolis se podrá practicar hípica, voleibol, tenis, gimnasia... Habrá, por supuesto, un carril para bicicletas, piscina municipal, pistas polideportivas, bolera o zonas de juegos infantiles. El gran parque central —170.000 metros cuadrados— será adornado con 160 especies diferentes de arbolado...

Utópica. Pero, sin duda, un prototipo de lo que vendrá.
Sociópolis.net
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