
El sida, señor Gobernador, no se da por promiscuidad sino por falta de información y de prevención. Esto deberían saberlo hasta los que lo ignoran. Su agente causal no es un tipo de prácticas ni de orientación sexual (aunque este panista en su fuero interno crea que la homosexualidad es sinónimo de promiscuidad y la heterosexualidad es siempre monogámica). El sida es causado por un virus de inmunodeficiencia humana (no por una bacteria como cree uno de nuestros honorables ministros de la Suprema Corte), que se transmite a través del intercambio de flujos sanguíneos o de los líquidos seminal o amniótico entre una persona portadora del VIH (seropositiva) y otra que no lo es (seronegativa). En todo caso, creer que la promiscuidad es “la causa” de una pandemia global sólo describe el tamaño de un analfabetismo médico. Y recuérdese: imponer estas supersticiones como criterio válido para abatir el VIH-Sida ha hecho muchísimo daño y ha determinado sufrimientos incontables, generando la espiral de miedo e intolerancia que es una amenaza cercana a la constituida por el propio virus.
LEER. (nota de la Jornada: Hacia el Decálogo de gobernadores anticondónico, por Carlos Monsiváis.)
Comentarios
Publicar un comentario