La estupidez parece estar de moda.
Para algunos, inmolarse en un atentado suicida por Alá puede garantizar la entrada al cielo y no solo eso, sino la compañía eterna de 90 vírgenes a su servicio (algo así como el VIP del cielo). Para otros, es la excusa ideal para lanzarse en cruzada sobre los países pequeños con petróleo en el nombre de Dios. A los gringos les urge un presidente un demócrata, pero Clinton y Obama parecen empeñados en garantizarle el camino a McCain. Que Hillary, no ha pagado impuestos de su inmensa fortuna; que el pastor de Barack, es un negro racista y anti semita (¿¡uuat!?) ¿Que esos no eran pecados republicanos?
Las tribus perredistas están más enredadas que nunca, para Encinas unas cuantas insignificantes irregularidades, para Ortega un gran fraude, para Cárdenas un cochinero. “Es que fuiste tú”; “no, fuiste tú”; voto por voto y casilla por casilla, aquí mejor no vale, acá tampoco; entonces no te apoyo, bueno en eso sí. Mientras, todos olvidamos las inmoralidades de los contratos de Mouriño y la derecha se fortalece: -¿ya ven? “Se los dijimos”. Carajo, que no se dan cuenta estos tíos que representaban (co-pretérito) la única posibilidad real de este país de transitar hacia un gobierno civilizado. Con esta izquierda caótica, ¿quién necesita gobiernos derechistas retrogradas para mantenernos ahogados en el tercer mundo? ¡¡Fraude!! ¡¡Fraude!! ¿Cómo acusamos ahora a los banqueros, al CCE, al IFE…..al pan Bimbo?
Al menos, para los católicos ahora ser rico es pecado (¿Qué no era ya desdenantes?) lo cual es grave porque resulta que ahora el infierno si existe (a caray que ¿no existía?) pero bueno el limbo ya no, pero en fin… como decimos en Jalisco: saaabe. El que debería estar preocupado es el cardenal San-doval, que su casita no se ve precisamente humilde en las fotos de Quien. Ha de estar tratando de construir una aguja enorme en cuyo ojo quepa un camello. Es sabido que tiene presupuesto (al menos 90 kilitos de aquí y 90 kilitos de allá) para eso y para construir su templito cristero naco proyectado por los GVA arquitectos, una empresa que se dedica a hacer de la arquitectura lo que Mcdonald´s de la comida.
Que un grupo de Holligan´s de la Irreberente (si, es con B) uniformados con camisetas de las chivas pirata (“Vergara morirá”…¿?) sean incapaces de contener su propia testosterona cada que ven a un fulano con camiseta del Atlas, no es raro. Todos tenemos clara la capacidad neurológica de los “aaaaficionados que viven la intensidad del jutboool”. Lo que sí es raro, es que sean precisamente los “raros”, que históricamente defendían posiciones de tolerancia y un no rotundo a la discriminación, los que ahora se madrean unos a otros. Es decir hay que tolerar a los anti-sistema pero no a los anti-antisistema. Ahora sí que estos punketos-darketos-metaleros salieron más conservadores que el mismísimo Emilio (conocido promotor turístico en Jalisco).
Si hubiese, arriba en el cielo, un ser omnipotente que todo lo ve y todo lo puede, seguro esta muerto de la risa con la cantidad de barrabasadas irrazonables de nuestro diario acontecer. Y seguro esta borrando sus antiguos mandamientos para dejar solo uno que valga: Los estúpidos no iran al cielo.
Para algunos, inmolarse en un atentado suicida por Alá puede garantizar la entrada al cielo y no solo eso, sino la compañía eterna de 90 vírgenes a su servicio (algo así como el VIP del cielo). Para otros, es la excusa ideal para lanzarse en cruzada sobre los países pequeños con petróleo en el nombre de Dios. A los gringos les urge un presidente un demócrata, pero Clinton y Obama parecen empeñados en garantizarle el camino a McCain. Que Hillary, no ha pagado impuestos de su inmensa fortuna; que el pastor de Barack, es un negro racista y anti semita (¿¡uuat!?) ¿Que esos no eran pecados republicanos?
Las tribus perredistas están más enredadas que nunca, para Encinas unas cuantas insignificantes irregularidades, para Ortega un gran fraude, para Cárdenas un cochinero. “Es que fuiste tú”; “no, fuiste tú”; voto por voto y casilla por casilla, aquí mejor no vale, acá tampoco; entonces no te apoyo, bueno en eso sí. Mientras, todos olvidamos las inmoralidades de los contratos de Mouriño y la derecha se fortalece: -¿ya ven? “Se los dijimos”. Carajo, que no se dan cuenta estos tíos que representaban (co-pretérito) la única posibilidad real de este país de transitar hacia un gobierno civilizado. Con esta izquierda caótica, ¿quién necesita gobiernos derechistas retrogradas para mantenernos ahogados en el tercer mundo? ¡¡Fraude!! ¡¡Fraude!! ¿Cómo acusamos ahora a los banqueros, al CCE, al IFE…..al pan Bimbo?
Al menos, para los católicos ahora ser rico es pecado (¿Qué no era ya desdenantes?) lo cual es grave porque resulta que ahora el infierno si existe (a caray que ¿no existía?) pero bueno el limbo ya no, pero en fin… como decimos en Jalisco: saaabe. El que debería estar preocupado es el cardenal San-doval, que su casita no se ve precisamente humilde en las fotos de Quien. Ha de estar tratando de construir una aguja enorme en cuyo ojo quepa un camello. Es sabido que tiene presupuesto (al menos 90 kilitos de aquí y 90 kilitos de allá) para eso y para construir su templito cristero naco proyectado por los GVA arquitectos, una empresa que se dedica a hacer de la arquitectura lo que Mcdonald´s de la comida.
Que un grupo de Holligan´s de la Irreberente (si, es con B) uniformados con camisetas de las chivas pirata (“Vergara morirá”…¿?) sean incapaces de contener su propia testosterona cada que ven a un fulano con camiseta del Atlas, no es raro. Todos tenemos clara la capacidad neurológica de los “aaaaficionados que viven la intensidad del jutboool”. Lo que sí es raro, es que sean precisamente los “raros”, que históricamente defendían posiciones de tolerancia y un no rotundo a la discriminación, los que ahora se madrean unos a otros. Es decir hay que tolerar a los anti-sistema pero no a los anti-antisistema. Ahora sí que estos punketos-darketos-metaleros salieron más conservadores que el mismísimo Emilio (conocido promotor turístico en Jalisco).
Si hubiese, arriba en el cielo, un ser omnipotente que todo lo ve y todo lo puede, seguro esta muerto de la risa con la cantidad de barrabasadas irrazonables de nuestro diario acontecer. Y seguro esta borrando sus antiguos mandamientos para dejar solo uno que valga: Los estúpidos no iran al cielo.
Una explosión ¿interminable? de recuerdos de dondne vivimos: el Planeta. Tu texto es como la vida misma en su plataforma esquizofrénica de la realidad. Y por cierto, existen unas frases que me han sacado una risita jocosa por la descripción tan "felipeno" que percibí.
ResponderBorrarSaludos!