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Guadalajara, la ciudad que se le escapa al desarrollo

Comunicado de prensa COM:PLOT


Hay ciudades que se transformaron a partir de una eventualidad. Barcelona utilizó bodegones industriales que veían hacia el mar y construyó la vivienda donde albergó a los atletas de los Juegos Olímpicos en 1992. Medellín, Colombia, necesitó de un alcalde matemático para adoptar un plan de recuperación de espacios públicos, con el cual combatió la inseguridad de las zonas más paupérrimas de la ciudad. Bogotá, Colombia, tuvo dos alcaldes que dieron continuidad a un proyecto conjunto de ciudad, uno se dedicó a educar a los ciudadanos y otro a recuperar espacios públicos y ejecutar un sistema de transporte público más eficiente. Quito, en Ecuador; Curitiba, en Brasil, son parte de la lista que ejemplifican un proceso del deterioro al cambio.

Guadalajara tiene la razón que la obliga a dicha transformación: es la sede de los Juegos Panamericanos de 2011. Sin embargo, esta oportunidad evidenció, aún más, la falta de planeación y la limitada visión de la ciudad a largo plazo. No se logró diseñar un conjunto de sedes deportivas e infraestructura de servicios que se integre y genere un modelo de desarrollo de ciudad. El título de sede se ha reducido a idealizar la Villa Panamericana como el único espacio que detonará el modelo de desarrollo de la ciudad (uno basado en la redensificación a través de un conjunto habitacional diseñado por experimentados arquitectos de referencia internacional, y un grupo de arquitectos locales con variados antecedentes).

Hasta la fecha no se ha hecho público el Plan Maestro de los Panamericanos; los escenarios deportivos están desarticulados, entre ellos y de la ciudad, incluso no impactan en la recuperación de las zonas aledañas ni en proyectos que realmente hagan creer a los habitantes que su ciudad se convertirá en un referente mundial y por lo tanto, requiere una cirugía mayor.

Las faltas son graves y deleznables en un contexto en el que se aspira e idealiza la transformación de Guadalajara como ocurrió con otras ciudades: caso concreto Barcelona. Nuestra ciudad dista de convertirse y tener el mismo efecto. Debido a que no hay evidencias que hablen de un proyecto concreto de transformación, no se ha hecho saber cuál es la acción que será perceptible por todos los ciudadanos y que quedará después de los Juegos para el disfrute de todos. Lejos de aprovechar la oportunidad de tener que construir sedes e invertir millones de dólares en su preparación, estamos frente a edificios que no son proyectados de manera abierta, donde no se aprovecha de incluir a decenas de profesionales que podrían estar aportando sus conocimientos y experiencias para hacer proyectos verdaderamente interesantes que construyan ciudad; por el contrario, se enorgullecen sus dirigentes de hacer todo “dentro de casa” despreciando el mecanismo del concurso como un medio para hacer buena arquitectura – y con ello desacreditando el trabajo de instituciones, colegios y profesionistas que en todo el mundo han demostrado los beneficios que resultan de esta mecánica tanto en término de los proyectos como de su aporte a sus entornos inmediatos y a la ciudad. Actitudes como estas son una mezcla de arrogancia e ignorancia.

En el Centro de Infotectura y Tecnología Aplicada (CITA) hemos dado seguimiento al proceso en el que Guadalajara está inmerso como sede de los Juegos Panamericanos. Nuestra evaluación no es alentadora. Hace un año hicieron oficial que Guadalajara es la sede --hace casi dos años, ante falta de otros candidatos, las posibilidades eran enormes, aunque desde años atrás ya lo veían planeando--. Se logró el objetivo y no parece que el tiempo sea un buen aliado, para traducir su esfuerzo en un proyecto sólido para el desarrollo de la ciudad. Las acciones son aisladas, no se permite el liderazgo para tener un rumbo común, cada autoridad opera por su lado; ni siquiera el conjunto de municipios metropolitanos ni la convergencia con el gobierno del Estado, quienes son del mismo partido, ha servido para que se pongan de acuerdo.

Estas circunstancias nos motivaron a generar un espacio en el que se dialogue, se proponga, se debata y surjan argumentos, tanto técnicos como de sentido común, para debatir los planes de desarrollo de una ciudad que se construye para los Juegos Panamericanos de 2011. En este contexto nace COM:PLOT, un foro internacional de arquitectura que se ha convertido en el ejercicio ciudadano con voces de especialistas, para acompañar el proceso preparación rumbo a los Panamericanos. Formamos un centro de investigación sobre la ciudad, donde distintos profesionistas trabajamos descifrando cómo se concibe la ciudad actual y cuáles son los imperiosos retos para su transformación.

Por ahora, creemos oportuno que las autoridades gubernamentales transparenten la información sobre el Plan Maestro de los Juegos Panamericanos, de lo contrario no tendremos claridad ni certeza sobre el posible desarrollo futuro de la ciudad y de lo contrario seguiremos supeditando la planeación de la ciudad a la especulación inmobiliaria. Todavía los proyectos más ambiciosos para la ciudad no vienen del gobierno y no aparecen en función de un proyecto de ciudad (El Centro Cultural Universitario, el Estadio de las Chivas, el Museo Guggenheim, entre otros), desde hace tiempo el gobierno no ha cumplido con su responsabilidad y obligación de marcar las pautas para el desarrollo integral metropolitano.

Los Panamericanos son la primera “fecha de cierre” que ha tenido en mucho tiempo la ciudad. Es un límite que nos permitirá evaluar lo que logramos, la Cumbre de presidentes en años anteriores sirvió, principalmente, para maquillar la zona urbana; ahora se debe hacer una cirugía mayor. COM:PLOT se involucra en este tema por la pertinencia de su discusión, pues aún se pueden hacer cosas valiosas de las que nos terminemos sintiendo orgullosos quienes aquí habitamos.

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