En Roma, cada último viernes del mes, un grupo de ciclistas se reúne “por casualidad” en las calles de la ciudad. Es un fenómeno que se repite desde hace años y que reúne cada vez más a cientos de ciclistas. La idea es demostrar que con un pequeño esfuerzo de cada uno, como utilizar una bicicleta para moverse en la ciudad, se puede cambiar la calidad de la vida de todos y contribuir a hacer nuestras ciudades mas habitables: la bicicleta libera a las ciudades de la polución, de los atascos y del ruido. Pedalear es un actividad física que contribuye a producir endorfinas, que son buenas para el cuerpo y para el humor, es barata y por eso democrática, eco sostenible, y por eso no contribuye a los mecanismos que producen guerras y explotación.
La Ciemmona (grande CM en dialecto romano) nació gracias a la idea de algunos de los ciclistas romanos, de compartir este momento de felicidad y conciencia, con los ciclistas de otras Critical Mass italianas e internacionales. La Ciemmona nació en Roma en el 2004, y desde entonces se ha realizado cada año. En mayo del 2008 la participación fue de más de 5 mil ciclistas. Todos con ganas de pedalear, de volver a pisar sin miedo las calles de la ciudad y de demostrar que los coches privados como medio de locomoción en la ciudad están obsoletos.
La Ciemmona (grande CM en dialecto romano) nació gracias a la idea de algunos de los ciclistas romanos, de compartir este momento de felicidad y conciencia, con los ciclistas de otras Critical Mass italianas e internacionales. La Ciemmona nació en Roma en el 2004, y desde entonces se ha realizado cada año. En mayo del 2008 la participación fue de más de 5 mil ciclistas. Todos con ganas de pedalear, de volver a pisar sin miedo las calles de la ciudad y de demostrar que los coches privados como medio de locomoción en la ciudad están obsoletos.
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