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Ciudad para todos



El siguiente es el texto de presentación de Ciudad para todos que se publicó en la revista carbusters 36 de la World Carfree Network:


Por Étienne von Bertrab

El origen de Ciudad para Todos se remonta a septiembre de 2007, cuando un grupo de ciudadanos inconformes de Guadalajara, México, decidió protestar contra la inesperada introducción de un viaducto urbano presentado por la autoridad de vialidad y transporte. La improvisada medida destinada a que los automovilistas suburbanos entren y salgan de la ciudad con mayor rapidez conmovió a muchos. Los cruces fueron simplemente bloqueados, a los peatones se les dejó sin seguridad para cruzar el viaducto por kilómetros, el transporte público, ciclistas e incluso automovilistas locales sufrieron también los efectos colaterales de una política gubernamental pro-automóvil (y en favor de los ricos). Aún más insultante resultó el hecho de que la autoridad optó por el Día Mundial sin auto para ponerla en práctica.
La acción directa ha sido una pieza clave desde el origen del grupo, desde el principio han adoptado propuestas innovadoras y creativas para sus acciones. Rápidamente se dieron cuenta de la dificultad para transmitir su mensaje - en una de sus primeras protestas alteraron a otros ciudadanos (los automovilistas). Esto condujo a un cambio de estrategia, así después de que el gobernador de Jalisco hizo caso omiso de la crítica y respaldó la autopista urbana, decidieron hacer un "Festival de la Movilidad" al frente de su residencia. Setecientas personas firmaron una petición exigiendo a las autoridades detener el proyecto, mostrar la información a fin de permitir el escrutinio público y el debate sobre alternativas y, finalmente, presentar un plan de movilidad para el área metropolitana. Lo insostenible del modelo es claro: Guadalajara es el hogar de alrededor de 4 millones de habitantes y cuenta ya con 1,5 millones de automóviles - más 300 que se añaden a sus calles todos los días. Se hizo hincapié en la necesidad de un cambio hacia un modelo más incluyente y sostenible de transporte. Desde ese momento, y motivados por el desprecio del gobierno, quedó claro que el movimiento estaba aquí para quedarse.
Ciudad para Todos es parte de un movimiento organizado de ciudadanos, especialistas y ONG´s de medio ambiente que exigen un cambio de política. En general, los grupos se han fortalecido por el empeoramiento del tráfico, las condiciones de contaminación atmosférica, la falta de mejoras en el sistema de tránsito de la ciudad y la hostilidad hacia peatones y ciclistas - todo ello permitido, si no es que promovido, por una pobre visión gubernamental. En particular, la circulación en bicicleta ha ganado una enorme fuerza: paseos nocturnos se producen casi todas las noches en una semana ordinaria, y un paseo de masa crítica en horario pico empezó en la ciudad, durante la celebración este año del Día mundial sin auto (alrededor de 600 ciclistas salieron a tomar la calle incluido el viaducto que se menciona). Los grupos políticos han construido la confianza y la legitimidad y están en conversación con las autoridades locales que parecen escuchar.
Sin embargo, hay una falta general de voluntad política para aplicar cambios en serio, para entregar la ciudad de regreso a su gente o para llevar a cabo una agenda de sustentabilidad urbana.
Ciudad para Todos se caracteriza por sus creativos festivales de la movilidad, por sus intervenciones en espacios públicos y a través de la ciudad: en su reciente aniversario alentaron a ciudadanos y a otros grupos para cruzar la ciudad a pie (inspirado en el proyecto de urban-earth). Durante dos días, decenas de ciudadanos caminaron, observaron y documentaron no sólo las deplorables condiciones para los peatones, sino también la accesibilidad, la vivienda, el espacio público y las cuestiones ambientales. Tienen al menos una reunión por semana, abierta a cualquiera que esté interesado y frecuentes reuniones de trabajo más pequeñas, para la planificación de intervenciones y proyectos, y la producción de material creativo e informativo. Organizan charlas públicas con especialistas y personas que tienen algo valioso para compartir en cuestiones como el urbanismo, la planificación, la movilidad, la energía y la democracia.
Todo sobre la base de trabajo voluntario - hasta ahora - y la suerte de haber creado un entorno amigable que mantiene a decenas de muy activos miembros motivados. El grupo se ha convertido en un crisol de grandes ideas de estudiantes comprometidos, académicos, profesionales, especialistas y gente común que quiere hacer algo acerca de sus comunidades.
Pero saben que, a fin de mantener la organización viva y conseguir sus objetivos deben construir una base más sólida. Se han embarcado en un ejercicio de planificación a largo plazo y están tratando de desarrollar una estructura que les permita ser estratégicos y eficaces, manteniendo la frescura y el ingenio en sus acciones. Se han comprometido a una toma de decisiones por consenso - el único camino hacia las comunidades sostenibles-, aunque consume tiempo y no siempre es fácil de lograr.
También reconocen que enfrentan, junto a sus conciudadanos, un reto mayor: mejorar la calidad de su democracia.
El cambio en el poder político en México ha logrado muy poco, y cada vez más personas se dan cuenta de que su democracia representativa está en crisis. La sociedad mexicana, dejó los asuntos públicos en manos de los partidos políticos, y la clase política está cada vez más distante de la gente común y desconoce los problemas que enfrentan. ¿Puede haber sostenibilidad sin democracia? Ellos piensan que no.
Esta es la razón por la que Ciudad para Todos ha adoptado, además de la movilidad y cuestiones de la ciudad, un énfasis en la participación de los ciudadanos. Es en un movimiento más amplio con un conjunto diverso de organizaciones de la sociedad civil, que están tratando de construir una agenda de largo plazo que pueda ayudar a transformar el estado, a través del empoderamiento de la gente.
Es un programa retador, pero en una ciudad y un país cayéndose a pedazos, parece que el fortalecimiento de la sociedad civil es la única manera en que traerán un cambio positivo y derechos para todos.
Para obtener más información acerca de Ciudad para Todos, por favor, visite www.ciudadparatodos.org

Actualización: El viaducto sigue ejecutándose y el Secretario de Vialidad y Transporte ha logrado evitar la discusión con grupos y especialistas por más de un año. En paralelo, el alcalde local, quien afirma promover una agenda verde, sólo se ha comprometido a crear 10 km de carriles bici en un período de tres años.


The origin of Ciudad para Todos (The City for Everyone) goes back to September 2007, when a group of disgruntled citizens from Guadalajara, Mexico, decided to protest against an urban freeway unexpectedly introduced by the transport authority. The improvised measure – aimed at helping suburban motorists get into and out of the city faster – shocked many.
Crossings were simply blocked, pedestrians were left with no safe crossing zone for kilometres; public transport, cyclists and local motorists also suffered the collateral effects of the government’s pro-automobile (and pro-rich) policy. Adding insult to injury, the authority chose World Carfree Day to implement it.
Direct action has been a component since the group’s origin; right from the beginning they have taken innovative and creative approaches to their actions. Very quickly they realised the difficulty in conveying their message – in one of their first protests they upset other citizens (motorists). This led to a change in strategy, and after Jalisco’s governor ignored any criticism and backed the urban freeway, they decided to do a “Mobility Festival” in front of his residence. Seven hundred people signed a petition demanding that the authorities stop the project, open up information in order to allow public scrutiny and discussion over alternatives, and finally, to present a comprehensive mobility plan for the metropolitan area. The unsustainable pattern is clear: Guadalajara is home to around 4 million inhabitants and already has 1.5 million automobiles – more than 300 add to its streets every day. The emphasis was on the need to shift towards more inclusive and sustainable transport. Since that moment, and motivated by the government’s disdain, it became clear that the movement was here to stay.
Ciudad para Todos is part of a larger movement of organised citizens, specialists and environmental NGOs demanding a policy shift. Overall, the groups have been strengthened by the worsening traffic and air pollution conditions, the lack of improvement in the city’s transit system and the hostility to pedestrians and cyclists – all of them allowed, if not promoted, by the government’s impoverished vision. In particular, the bicycle movement has gained enormous strength: night rides occur almost every evening in an ordinary week, and a peak-hour Critical Mass was inaugurated in the city while celebrating this year’s Carfree Day (around 600 took to the streets – including the referred urban freeway). The groups have built political trust and legitimacy and are in conversation with those local authorities that appear to listen.
But there is a general absence of political will to implement serious change, to give the city back to its people or to pursue an urban sustainability agenda.
Ciudad para Todos is characterised by its constant and creative mobility festivals, interventions in public spaces and ‘Across the city’: in their recent anniversary they encouraged citizens and other groups to cross the city on foot (inspired by the Urban Earth project
). Over two days, tens of citizens walked, observed and documented not only the deplorable conditions for pedestrians but also accessibility, housing, public space and environmental issues. They have at least one meeting per week, which is open to anyone who is interested. Smaller work meetings are frequent, planning interventions and projects, and producing creative and informative material. They organize public talks with specialists and people that have something valuable to share in issues such as urbanism, planning, mobility, energy and democracy. It is all based on voluntary work – so far – and they’ve been very lucky in building an environment that keeps tens of very active members motivated. The group has become a melting pot of great ideas from committed students, academics, professionals, specialists and ordinary people who want to do something about their communities.
But they know that in order to keep the organisation alive and to pursue their objectives they must build a more solid base.
They’ve embarked on a long-term planning exercise and are trying to develop a structure that allows them to be strategic and effective while keeping the freshness and ingenuity in their actions. They’ve committed themselves to decision-making by consensus – the only path towards sustainable communities –although it is time-consuming and not always
easy to achieve.
They also recognise that they face, together with their fellow citizens, a greater challenge: to improve the quality of their democracy.
The shift in political power in Mexico has achieved very little, and increasingly people are realising that their representative democracy is in crisis. Mexican society left the public realm in the hands of political parties, and the political class is increasingly distant from ordinary people and out of touch with the issues they face. Can there be sustainability without democracy? They think it can’t happen.
This is the reason why Ciudad para Todos has adopted, besides mobility and city issues, an emphasis on citizens’ participation. In a larger movement with a diverse set of civil society organisations, they are trying to build a long-term agenda that can help transform their State, through people’s empowerment.
It’s a challenging agenda, but in a city and a country which is falling apart, it seems that strengthening civil society is the only way that they will bring about positive change and rights for all.
For more information about Ciudad para Todos, please visit www.ciudadparatodos.org

Update: The urban freeway is still being pursued and the transport secretary has managed to avoid discussion with groups and specialists for over a year. In parallel, the local mayor, who claimed to embrace a green agenda, has only committed to creating 10 km of cycle paths in a three-year period.

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