Por felipeno

Guadalajara, no es diferente a otras ciudades del mundo. Durante años el uso del automóvil ha sido entendido no solo como prioritario para el desplazamiento de sus habitantes, sino incluso como el único medio eficaz (no necesariamente eficiente) disponible. Pero esto esta cambiando. Las condiciones ambientales, el deterioro constante del espacio público y sobre todo la pérdida de eficacia del automóvil al haberse reducido su velocidad a menos de 18 km por hora promedio han puesto a la gente a pensar. Guadalajara tiene el insólito índice de un auto por cada 2.9 habitantes, mayor al de la ciudad de México (un auto por cada 4 habitantes) y mas del doble del índice nacional.
Sin duda, la solución razonable sería la creación de un transporte público-colectivo realmente eficiente que permita la movilidad humana prescindiendo del uso del automóvil. Pero la inercia heredada de la época del auto, la falta de visión de nuestros gobernantes, la carencia presupuestal y otros factores políticos complican, como leemos todos los días en la prensa local las posibilidades de nuestra ciudad de hacer una transición hacia un sistema de movilidad mas sostenible que el mero uso del carro.
La administración estatal actual logrará cuando mucho tres corredores de autobuses BRT, seguramente concesionados a los mismos empresarios que hasta ahora se han enriquecido a costa de disminuir la calidad del servicio, y que dejarán a la mayor parte de la zona metropolitana en las mismas circunstancias. Todo parece indicar que al tren ligero no se le aumentará ni un metro y el proyecto de tranvías ha sido cancelado.
Sin embargo y a pesar de la evidencia, se continuará la construcción de infraestructura para el uso del automóvil; pasos a desnivel en avenida patria, ampliación del anillo periférico y la posible apertura de vialidades nuevas en Av Inglaterra y Royal Country, consumirán, eso si, creando un supuesto derrame económico para evitar el desempleo (como si la infraestructura para el transporte público no derramara nada), gran parte del presupuesto.
Por otro lado las administraciones municipales, incapaces de influir en algún plan rector general han agotado sus baterías en el mejoramiento de banquetas y la recuperación de algo de espacio de público, que aunque orientado a mejorar la movilidad "no motorizada" y la convivencia social en algunas zonas, pareciera a veces ser solo parte de un gran maquillaje para el turista que acudirá a nuestra ciudad en los próximos juegos panamericanos.
Sin duda se vislumbran algunas tan buenas como tímidas intenciones, pero seamos realistas: a este ritmo Guadalajara no será diferente al menos durante los próximos 20 años. Al menos no, mientras los ciudadanos (y me refiero a la sociedad en su conjunto y no a las "organizaciones") no seamos capaces de dirigir positivamente la toma de decisiones de "nuestros" gobiernos, provengan del partido que provengan y mas allá de los bobos ataques políticos en los que nuestra clase gobernante esta a punto de sumergirse, previo al proceso electoral de julio próximo.
Durante el 2008, Guadalajara prescenció el surgimiento de un grupo social, que por su frescura, su digamos "inocencia" política y su habilidad para transmitir sobre todo de "boca en boca" un mensaje esperanzador hacia una ciudad más sostenible, mas sana y mas humana, ha logrado llamar la atención de los actores políticos, de los medios, pero sobre todo de los ciudadanos comunes. Aunque detrás del movimiento ciclista tapatío, esta el trabajo desinteresado de activistas de múltiples organizaciones ciudadanas, es de destacarse la creciente aceptación, por parte del público en general.
Cada vez mas personas, habitantes de la ciudad, dejan sus autos en casa para desplazarse en bicicleta, a pesar de los supuestos inconvenientes que conlleva y se convierten consiente o inconscientemente en activistas a favor de una movilidad sostenible al ejercer su derecho a la ciudad y, de alguna manera, manifestarse al respecto. Cada vez mas personas acuden a los paseos ciclistas, y cada vez hay mas paseos. Cada vez es mas común ver ciclistas en la calle, cada vez mas diestros para torear camiones y autos. No es coincidencia que gobiernos y partidos ahora defiendan y promuevan el uso de la bicicleta. Al final los políticos deberían ser solo eso: ejecutores del mandato de los gobernados.
Pero no seamos triunfalistas, aún somos pocos, no debemos, como ciudadanos confiarnos en un gobierno que incluye el tema en su agenda y que hace como que hace. Debemos perseverar e ir mas allá. Continuar repitiendo el mensaje individualmente y provocando un paso mas en cada uno: si nunca has andado en bici, comienza a asistir los domingos a la vía recreativa; si ya vas, empieza a frecuentar los paseos nocturnos; si ya los frecuentas, anímate a irte a la escuela o al trabajo en tu bicicleta, a llevar a tus hijos, a usar el auto solo en situaciones estrictamente necesarias. Seamos tantos que no haya manera de contenernos.
92% de los tapatíos podemos desplazarnos siempre en bicicleta o a pie, si al menos un tercio lo hacemos, no habrá gobierno, interés alguno o argumento que pueda detener a Guadalajara en su tránsito a convertirse en un lugar apto para vivir. Pudiera ser el movimiento ciudadano, mas grande, propositivo y digno de nuestra ciudad en la historia y tu apreciable lector, podrías ser parte de el.

Guadalajara, no es diferente a otras ciudades del mundo. Durante años el uso del automóvil ha sido entendido no solo como prioritario para el desplazamiento de sus habitantes, sino incluso como el único medio eficaz (no necesariamente eficiente) disponible. Pero esto esta cambiando. Las condiciones ambientales, el deterioro constante del espacio público y sobre todo la pérdida de eficacia del automóvil al haberse reducido su velocidad a menos de 18 km por hora promedio han puesto a la gente a pensar. Guadalajara tiene el insólito índice de un auto por cada 2.9 habitantes, mayor al de la ciudad de México (un auto por cada 4 habitantes) y mas del doble del índice nacional.
Sin duda, la solución razonable sería la creación de un transporte público-colectivo realmente eficiente que permita la movilidad humana prescindiendo del uso del automóvil. Pero la inercia heredada de la época del auto, la falta de visión de nuestros gobernantes, la carencia presupuestal y otros factores políticos complican, como leemos todos los días en la prensa local las posibilidades de nuestra ciudad de hacer una transición hacia un sistema de movilidad mas sostenible que el mero uso del carro.
La administración estatal actual logrará cuando mucho tres corredores de autobuses BRT, seguramente concesionados a los mismos empresarios que hasta ahora se han enriquecido a costa de disminuir la calidad del servicio, y que dejarán a la mayor parte de la zona metropolitana en las mismas circunstancias. Todo parece indicar que al tren ligero no se le aumentará ni un metro y el proyecto de tranvías ha sido cancelado.
Sin embargo y a pesar de la evidencia, se continuará la construcción de infraestructura para el uso del automóvil; pasos a desnivel en avenida patria, ampliación del anillo periférico y la posible apertura de vialidades nuevas en Av Inglaterra y Royal Country, consumirán, eso si, creando un supuesto derrame económico para evitar el desempleo (como si la infraestructura para el transporte público no derramara nada), gran parte del presupuesto.
Por otro lado las administraciones municipales, incapaces de influir en algún plan rector general han agotado sus baterías en el mejoramiento de banquetas y la recuperación de algo de espacio de público, que aunque orientado a mejorar la movilidad "no motorizada" y la convivencia social en algunas zonas, pareciera a veces ser solo parte de un gran maquillaje para el turista que acudirá a nuestra ciudad en los próximos juegos panamericanos.
Sin duda se vislumbran algunas tan buenas como tímidas intenciones, pero seamos realistas: a este ritmo Guadalajara no será diferente al menos durante los próximos 20 años. Al menos no, mientras los ciudadanos (y me refiero a la sociedad en su conjunto y no a las "organizaciones") no seamos capaces de dirigir positivamente la toma de decisiones de "nuestros" gobiernos, provengan del partido que provengan y mas allá de los bobos ataques políticos en los que nuestra clase gobernante esta a punto de sumergirse, previo al proceso electoral de julio próximo.
Durante el 2008, Guadalajara prescenció el surgimiento de un grupo social, que por su frescura, su digamos "inocencia" política y su habilidad para transmitir sobre todo de "boca en boca" un mensaje esperanzador hacia una ciudad más sostenible, mas sana y mas humana, ha logrado llamar la atención de los actores políticos, de los medios, pero sobre todo de los ciudadanos comunes. Aunque detrás del movimiento ciclista tapatío, esta el trabajo desinteresado de activistas de múltiples organizaciones ciudadanas, es de destacarse la creciente aceptación, por parte del público en general.
Cada vez mas personas, habitantes de la ciudad, dejan sus autos en casa para desplazarse en bicicleta, a pesar de los supuestos inconvenientes que conlleva y se convierten consiente o inconscientemente en activistas a favor de una movilidad sostenible al ejercer su derecho a la ciudad y, de alguna manera, manifestarse al respecto. Cada vez mas personas acuden a los paseos ciclistas, y cada vez hay mas paseos. Cada vez es mas común ver ciclistas en la calle, cada vez mas diestros para torear camiones y autos. No es coincidencia que gobiernos y partidos ahora defiendan y promuevan el uso de la bicicleta. Al final los políticos deberían ser solo eso: ejecutores del mandato de los gobernados.
Pero no seamos triunfalistas, aún somos pocos, no debemos, como ciudadanos confiarnos en un gobierno que incluye el tema en su agenda y que hace como que hace. Debemos perseverar e ir mas allá. Continuar repitiendo el mensaje individualmente y provocando un paso mas en cada uno: si nunca has andado en bici, comienza a asistir los domingos a la vía recreativa; si ya vas, empieza a frecuentar los paseos nocturnos; si ya los frecuentas, anímate a irte a la escuela o al trabajo en tu bicicleta, a llevar a tus hijos, a usar el auto solo en situaciones estrictamente necesarias. Seamos tantos que no haya manera de contenernos.
92% de los tapatíos podemos desplazarnos siempre en bicicleta o a pie, si al menos un tercio lo hacemos, no habrá gobierno, interés alguno o argumento que pueda detener a Guadalajara en su tránsito a convertirse en un lugar apto para vivir. Pudiera ser el movimiento ciudadano, mas grande, propositivo y digno de nuestra ciudad en la historia y tu apreciable lector, podrías ser parte de el.
hagamoslo felipe!
ResponderBorrarantes de irme a canada tenia un auto..que claro, lo usaba de "vez en cuando" (nota curiosa: un dia lo encontre con las llantas desinfladas..por falta de uso.... y otro dia lo encontre con la bateria-muerta..por la misma razon! jaja!)y lo aun mas curioso y mas "chafa" del asunto es que lo que me costo arreglar la bateria es lo que mehubiera costado arreglar mi bicicleta por al menos 1.5anos!! (ahora ya aprendi a arreglarla yo mismo) 0pesos.
enfin..hagamoslo!
eso si, cuando vuelva a gdl..ya TODO trayecto recorrido sera en bici..o bueno, igual y algun dia transporte publico, solo para probar el macrobus (tengo curiosidad de ver que tal sera)
pedaleemos hacia un cambio de ciudad.
una pedaleada at a time my friend.
ResponderBorrarpero de que somos más ya es un hecho
y eso me cambia el semblante.
Al fin se ve mas cercana la creacion de una red de ciclovias,los ciudadanos debemos estar al pendiente para evitar que el proyecto quede solo guardado en un archivero de algun burocrata.
ResponderBorrarYo por lo pronto no pude esperar y ya comence a irme en bici a mi trabajo, hago ejercicio, gasto una nada en gasolina y llego de buen humor. en verdad vale la pena intentar!