Por Demetrio Sodi de la Tijera
Para Ciudadanos en red

Para Ciudadanos en red

Nuevamente la realidad demuestra que seguir apostando al automóvil -como lo ha hecho el gobierno del DF en los últimos años- es un error y un desperdicio de recursos.
Hace unos días, el Jefe del Gobierno del DF inauguró, con gran triunfalismo, los túneles de avenida Constituyentes, obra que requirió más de 2 años para su construcción y que sólo una semana después ha demostrado su fracaso.
Con objeto de evaluar personalmente cuál era el resultado de las nuevas obras, el viernes y lunes pasados recorrí todo el trayecto para constatar lo que muchos habíamos advertido, o sea que lo único que iba a pasar es que los cuellos de botella que se presentaban sólo iban a cambiar de lugar.
Para los que vienen de Santa Fe, el tráfico en esa zona se ve más despejado pero, conforme bajan por Constituyentes, el tráfico se carga hasta llegar al entronque con Observatorio: desde ahí hasta el semáforo de Tacubaya es un cuello de botella en donde se puede perder casi una hora.
En sentido contrario, los cuellos de botella se presentan en el entronque con el túnel que viene de Observatorio y la terminal de autobuses Poniente: para cinco carriles que entran, la Avenida sólo cuenta con 3 carriles.
El tráfico, sin duda, es mejor que durante los dos años que duraron las obras, pero si recordamos cómo se circulaba en Constituyentes antes de ellas, veremos que las grandes inversiones en túneles y pavimento son dinero tirado a la calle.
LEER EN FUENTE ORIGINAL
Hace unos días, el Jefe del Gobierno del DF inauguró, con gran triunfalismo, los túneles de avenida Constituyentes, obra que requirió más de 2 años para su construcción y que sólo una semana después ha demostrado su fracaso.
Con objeto de evaluar personalmente cuál era el resultado de las nuevas obras, el viernes y lunes pasados recorrí todo el trayecto para constatar lo que muchos habíamos advertido, o sea que lo único que iba a pasar es que los cuellos de botella que se presentaban sólo iban a cambiar de lugar.
Para los que vienen de Santa Fe, el tráfico en esa zona se ve más despejado pero, conforme bajan por Constituyentes, el tráfico se carga hasta llegar al entronque con Observatorio: desde ahí hasta el semáforo de Tacubaya es un cuello de botella en donde se puede perder casi una hora.
En sentido contrario, los cuellos de botella se presentan en el entronque con el túnel que viene de Observatorio y la terminal de autobuses Poniente: para cinco carriles que entran, la Avenida sólo cuenta con 3 carriles.
El tráfico, sin duda, es mejor que durante los dos años que duraron las obras, pero si recordamos cómo se circulaba en Constituyentes antes de ellas, veremos que las grandes inversiones en túneles y pavimento son dinero tirado a la calle.
LEER EN FUENTE ORIGINAL
Comentarios
Publicar un comentario