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El creador de Bikeportland.org en Guadalajara

Jonathan Maus, el creador del influyente blog Bikeportland.org ha sido invitado a Guadalajara por la PGSCA (asociación de ciudades hermanas Guadalajara-Portland). A su llegada a Guadalajara, describe en su pagina sus primeras impresiones de la ciudad, en el ámbito ciclista claro. Por lo interesante que resulta la impresión que recibe un forastero al llegar a nuestra perla, me tome la libertad de traducir su texto:


Bicicletas en Guadalajara.
Por Jonathan Maus, para bikeportland.org

Traducido por felipeno.


Llegué a Guadalajara el martes. Estoy aquí como invitado de la asociación de ciudades hermanas Guadalajara-Portland para ayudar a compartir lo que sé acerca de la escena ciclista en la ciudad de Portland con el departamento de transporte y estudiantes de planificacion urbana de la segunda ciudad más poblada de México.

No tuve que esperar mucho tiempo tras salir del aeropuerto para ver a mi primer Tapatío (que es como se les llama a los residentes de Guadalajara) sobre dos ruedas. A pesar de la alta velocidad de los vehículos de motor en la autopista/carretera que va del aeropuerto al centro, vi a muchas personas pedaleando. La mayoría incluso en sentido contrario al tráfico.

Al principio pensé que estaban locos, y luego caí en la cuenta que tal vez no haya ningún otro camino pavimentado, que puedan utilizar.

Estamos alojados en el Hotel Morales, a sólo cuadras de las plazas y los edificios históricos mas famosos de Guadalajara. Lamentablemente, hay un enorme proyecto de construcción de calles en marcha que tiene a muchas de las calles totalmente excavadas. Pero el lado bueno, es que he aprendido que el proyecto es parte de un esfuerzo para revitalizar el encanto antiguo del centro de Guadalajara.

Una vez instalados en nuestro hotel, tomé mi primer paseo al corazón del centro antiguo de Guadalajara. Unas cuadras más adelante estaba parado en una animada plaza, una orquesta tocaba en un kiosko y el sol poniente bañaba la imponente fachada del Palacio de Gobierno (que alberga un impresionante mural de Orozco).

Esta es una ciudad que saca su orgullo en el espacio público. Hay varias grandes plazas en la parte histórica del centro de la ciudad. En torno a ellas hay una red de áreas peatonales, centros comerciales al aire libre donde las personas de todas las edades y clases sociales se mezclan y se puede comprar de todo, desde tela para un nuevo vestido, hasta especias y teléfonos celulares.

En cuanto a la bicicleta, el camino es bastante duro. Pero debo decir, que he visto un flujo constante de ciclistas.

No es sorprendente que la elección mas popular aquí es una bicicleta tipo montaña de llanta ancha, totalmente suspendida. Las calles están llenas de baches y no hay infraestructura alguna para las bicis. Además, dado que se trata de una ciudad vieja, las calles son muy estrechas (una de ellas no tenía más de diez pies de acera a acera -, cosa que no impide que enormes autobuses transiten por ellas!).

Vi a muchos Tapatíos que usan a diario la bicicleta. Encontré a un repartidor de periódico, un repartidor de alimentos en bicicy varios triciclos de carga (incluyendo a un viejito transportando panes). También noté muchos ciclistas, de los que asumo será un estándar de mensajería en cuestión de bicis, con una gran caja de plástico (a veces con una tapa), conectada a la parrilla trasera. También fue agradable ver varios policías en bicicleta patrullando las zonas peatonales y las plazas.

No había mucha gente paseando en bicicleta por mera elección, aunque si vi lo que parecerían ser ciclistas en camino a casa desde el trabajo.

La única instalación para bicicletas con la que tropecé hoy fue un porta-bicicletas. Unos bastidores de un tubo extrañamente curveado (para una amplia variedad de tamaños de llantas supongo) en los que podrían encajar nueve bicicletas. En el centro una columna de diseño simpático que se usa para señalización con flechas y estimaciones de tiempo hacia puntos de interés.

El ciclismo no está completamente ausente de las calles, pero aquí en Guadalajara, el auto es claramente el rey. Y donde no hay coches, hay autobuses. Autobuses enormes, ruidosos, que tienen poco en cuenta cualquier derecho de vía, mas alla del propio.

A pesar de la perspectiva de la ingeniería vial local que no es tan favorable a las bicicletas como estoy acostumbrado en Portland, Guadalajara tiene algo mucho más emocionante: una animada cultura callejera. Claro, tienen tres veces nuestra población, pero aún así, es inspirador estar rodeado de tantas personas disfrutando de espacios públicos libres de autos.

Diminutos niños corren tras las burbujas y persiguen palomas, mientras que sus "abuelos" se actualizan con los últimos chismes amorosos y las parejas jóvenes disfrutan la compañía mutua a la brisa vespertina. brisa.

Bike-spotting in Guadalajara

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