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Hacia la construcción de una agenda política ciudadana

Por Eduardo Reyes y Juan Carlos Cornell para La Jornada de Jalisco.

La construcción de nuestra sociedad con parámetros de justicia, democracia participativa y ejercicio de los derechos humanos, pasa por la indispensable cimentación de acuerdos entre grupos civiles organizados y la clase política representada por los partidos políticos.

La complejidad de lograr estos acuerdos se basa en las formas tradicionales de la clase política para conformar sus equipos de trabajo, que son, en la práctica, quienes nos gobiernan. La escasa formación de cuadros de los partidos políticos que se vean involucrados en la solución concreta de problemas comunes y cotidianos de personas con rostro definido, con nombre y apellido, se intenta resolver con equipos de gobierno formados desde una lógica de lealtad personal, convirtiéndose en una vulgar repartición de cuotas de poder que faciliten el mantenimiento de orden y control de su mismo equipo de gobierno, propicien la complicidad y la ejecución de proyectos económicos personales de a quien le deben lealtad, que con el paso del tiempo, al acumularse, forman cacicazgos.

Por el contrario, la experiencia de trabajo de las organizaciones civiles parte de la necesidad de resolver y entender los problemas que les aqueja o preocupa, es así que tenemos grupos ciudadanos organizados en pro de una mejor movilidad urbana, del respeto y protección al medio ambiente, de los derechos de las mujeres, los niños, los adultos mayores y un sinfín de causas y problemas que no son más que aquellos donde la clase política se nutre de poder o no les ha puesto atención, o en el mejor de los casos, no sabe como abordarla. Los grupos civiles organizados parten de la necesidad de exigirle a la clase política que atienda las causas sociales que han estudiado, documentado y en algunos casos, llevados ante el sistema de justicia, pero se encuentran con una clase política que tiene un lenguaje distinto, que parte de la necesidad de incrementar sus cuotas de lealtad. Hablan idiomas diferentes.

Los grupos civiles organizados históricamente han avanzado en la ejecución de sus agendas programáticas cuando las lealtades políticas se quiebran, los cacicazgos se debilitan o suman esfuerzos y voluntades para presionar en un tema concreto. El Estado ausente frente al terremoto de 1985, el movimiento cardenistas de 1988, la búsqueda de condiciones de paz en Chiapas a mediados de los años noventa, cimbraron las lealtades políticas construidas durante los 70 años de gobierno del PRI y permitió colocar y avanzar una agenda ciudadana diversa.

Otra alternativa para que los grupos ciudadanos participen de la definición de la agenda pública tiene como referente la experiencia del Gobierno de la Ciudad México en los últimos 10 años. Con la llegada de la izquierda al gobierno del Distrito Federal se promovió una sinergia entre la clase gobernante y grupos organizados de la sociedad civil. El resultado es un interesante reconstrucción de redes de comunicación y acción entre el gobierno y los ciudadanos organizados.

En el caso de Jalisco, donde los grupos ciudadanos observan con desconfianza a los partidos y sus gobiernos, lo cual se expresa en su falta de interés en las elecciones locales e instancias de participación, por ello, las campañas por la anulación del voto fueron bien acogidas por muchos ciudadanos y algunos grupos civiles han preferido posicionar sus propuestas en otros espacios diferentes al político–gubernamental. En el ámbito ciudadano no hay grupos homogéneos ni una acción coordinada entre ellos. Por el contrario, existe una diversidad de grupos ciudadanos que tejen redes con base en sus intereses y sus proyectos, permanentemente reconstruyéndose y reagrupándose en función de avanzar en la ejecución de su agenda. Es en este ámbito donde una parte de las organizaciones de la sociedad civil han visto la oportunidad de plantear sus ideas para tener visibilidad política y colocarse en la esfera de discusión pública. Estos grupos no representan a toda la ciudadanía pero su acción es importante porque muestra las deficiencias de la clase política.

Su participación ha demostrado, ser uno de componentes fundamentales para provocar cambios en las instituciones, las leyes que lo rigen y fundamentalmente en las estructuras de poder. Ahora varios organismos civiles de Jalisco tienen una agenda pendiente, pero no encuentran suficientes cauces institucionales para impulsar los cambios necesarios en nuestro Estado.

Estas prácticas ciudadanas en el contexto actual de Jalisco permiten inferir que estamos ante la oportunidad de avanzar y reconstruir la agenda ciudadana. La derrota del PAN en las pasadas elecciones locales y el evidente debilitamiento que ha mostrado el grupo político que se ha construido en torno a Raúl Padilla, facilita la construcción de un lenguaje común entre una parte de la clase política y los grupos civiles organizados para encontrar soluciones a muchas de las causas y problemas que existen en Jalisco. Estamos, posiblemente, frente a un parte aguas de la vida política de nuestro Estado, que si bien es complejo, también es alentador.

Ante esta realidad, se visulmbran dos alternativas o modelos de solución en el escenario político: un relanzamiento del modelo corporativo y patrimonial, aderezado con despliegue mediático, por parte de los presidentes municipales emanados del PRI; y el que se está generando desde la opción del gobierno de izquierda de Tlajomulco de Zúñiga, desde donde se busca tejer alianzas y acuerdos para que las organizaciones civiles participen no solo en la definición de la agenda municipal, sino que se involucren críticamente en la solución de la misma y para que en conjunto se establezcan las pautas para la reconstitución de las instituciones de nuestro estado.

EL 2012 es una fecha fatídica para la construcción del nuevo modelo de convivencia entre la clase política y las organizaciones propias de la sociedad civil. Entretanto, el viejo priísmo, ahora mediatizado y la opción de izquierda democrática que se construye en Tlajomulco se disputarán el vacío dejado por la derrota del PAN y el envejecimiento del liderazgo del grupo Universidad.

Comentarios

  1. México, D. F. a 21 de agosto de 2010.

    HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA SOCIEDAD MEJOR.
    SEÑOR DIRECTOR:
    El día 13 de agosto del 2010, hubo un encuentro con Maestros y demás personal del Centro Escolar Grupo Escolar TEB, el tema: El Principio de la Competencia. La Directora General Lourdes Malagón Aguilar y su Director Técnico Fernando Ruiz, prepararon este Seminario con el objeto de enfatizar la importancia de apoyar el grupo para el cual están trabajando al conocer los principios y metas del mismo.

    El profesor Fernando Ruiz, recalcó que es importante para todo aquél que forma parte de un grupo el considerarlo como suyo, (tener el sentido de la pertenencia) y así, la idea de servir conlleva una responsabilidad con cada una de las personas que forman parte del mismo, ya que en este caos mundial en que se vive: narcotráfico, desplome económico y desastres en algunas partes del mundo: Haití, Chile entre otros, era vital dar soluciones.

    La Directora de Comunicación Social de Scientology México, en su participación señaló que en la conferencia dictada por el Humanista L-. Ronald Hubbard titulada: Las Dinámicas se puede comprender cómo el hombre puede introducir orden en él mismo, en su familia, en su grupo y como parte de la humanidad. Se hicieron varios ejercicios y prácticas respecto de estos puntos y al tocar el tema de apoyar a los principios del grupo al cual uno pertenece, los presentes coincidieron que la confianza, los valores y la responsabilidad de llevarlos a cabo, hará que este grupo y todos los grupos podamos construir una vida mejor para los niños y jóvenes.

    Licenciada Francis Saucedo Zavala
    Scientology México
    Balderas 27, Colonia Centro
    Delegación Cuauhtémoc, C. P. 06040,
    México, D: F. Tel. 4195 6800

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