A la presentación de la agenda para la movilidad sustentable de 
las organizaciones ciudadanas que conforman la Plataforma Metropolitana 
para la Sustentabilidad le siguieron una serie de declaraciones de los 
alcaldes metropolitanos en el sentido de apoyar dicha agenda, en 
específico en el tema de infraestructura para la bicicleta.
Zapopan, a apenas semanas de la nueva administración, ya estudia 
cuatro ciclovías troncales, Ávila Camacho-Laureles, Mariano Otero, Av. 
Inglaterra y el arco paralelo a periférico: Aviación- Las Torres. Además
 analizan la posibilidad de conformar zonas de tranquilización de 
tráfico con redes de vías ciclistas barriales conectadas a las 
troncales.
Por su parte, el nuevo alcalde de Tlajomulco, ha dicho en repetidas 
ocasiones que dará continuidad a los proyectos de vías ciclistas en el 
municipio, que a pesar de ser el que más avances logró durante la 
administración anterior, sufre de una importante disgregación urbana y 
falta de conectividad.
A estas posturas se suman las buenas intenciones en el tema 
manifestadas en las declaraciones recientes del alcalde de Tlaquepaque, 
en el sentido de lograr avances en el tema e incluso integrar algún 
sistema de préstamo de bicicletas y red de ciclo-puertos.
Guadalajara por su parte es el municipio que cuenta con más proyectos
 elaborados y listos para su ejecución. De entrarle de lleno en el tema 
podría lograr avances significativos, rápido. Además Guadalajara al ser 
el centro metropolitano resulta fundamental en la interconexión que la 
red ciclista requiere. Sin Guadalajara, los esfuerzos de los municipios 
circundantes podrían ser vanos. 
El tema ya lleva años dando vueltas en la ciudad y la consolidación 
de redes ciclistas parece ser de esos temas que una y otra vez se 
posponen. Esta vez los astros podrían haberse alineado.
En los próximos meses, los alcaldes deberán pasar de los dichos a los
 hechos. Una de las propuestas ciudadanas consiste en asignar el 45 por 
ciento de los recursos del fondo metropolitano a infraestructura para la
 movilidad no motorizada, es decir, ciclovías troncales, redes ciclistas
 barriales, sistemas de préstamo de bicicletas, mejoramiento de 
banquetas, corredores peatonales, etc. Del resultado de la negociación 
de esos recursos, sabremos con claridad las intenciones de los alcaldes 
de la ciudad.
El Plan Maestro de Movilidad No Motorizada, que está en manos de 
todos los alcaldes, contempla una red de mil quinientos kilómetros de 
vías ciclistas, irrealizable para administraciones municipales que duran
 solo tres años, pero si los alcaldes metropolitanos logran acuerdos 
significativos en la asignación de recursos podríamos estar por 
presenciar una importante transformación en las condiciones de seguridad
 que goza el ciclista en la ciudad y consolidar hasta una tercera parte 
del plan. Pronto el número de viajes ciclistas aumentaría 
significativamente en beneficio de la ciudad.

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