Habitualmente el tomador de decisiones o diseñador de la infraestructura vial suele considerar para efectos de análisis del problema por resolver, todos los factores que afectan o podrían afectar a la posible solución de la manera más razonable posible. De entre estos factores, la sobrepoblación de automóviles y los problemas derivados de esta; demanda de estacionamiento, falta de cultura vial o malos hábitos; suelen jugar un papel fundamental. Bajo las premisas de demanda de tráfico o bien de resignación ante la ausencia de cultura vial tan común en nuestra sociedad, el diseño de un cruce peatonal suele terminar siendo un puente que, si bien puede ser justificado en términos de la seguridad que otorga al peatón, ejerce una forma de discriminación entre diferentes medios de desplazamiento otorgando ventaja, invariablemente, al automóvil. No sería posible, por ejemplo, concebir un carril confinado de uso exclusivo para el transporte público si solo se toman en cu...