Ir al contenido principal

Tu ciclovía

Ayer descubrí el nacimiento del blog "tu ciclovía" que invita a pintar esténciles de bicicletas en las calles de Guadalajara, aqui el texto de su presentación:



Cansados de esperar a un gobierno que "trabaja" como momia de guanajuato, ahogados en el humo de los automóviles, arriesgando la salud, la piel y la propia historia, nos hemos levantado en armas. La brocha, el esténcil y la pintura para pavimento son nuestras municiones. Nuestra estrategia, hacerlo imperceptibles y múltiples. Si estas calles carecen de educación vial, impartiremos examen de la vista pintando nuestro único manifiesto, un modesto símbolo en el asfalto.

Exigimos ciclovías, como deben ser, pero si nadie tiene la voluntad de hacerlas, ¡nosotros lo haremos! Así ha sido siempre, la historia de este frágil individuo, que rodeado de la torpeza, el tedio y la inutilidad, ha salido a caminar la calle, a reconquistar su espacio, una tarea que no termina...

Estas invitado a sumarte a la revolución urbana. Recuerda que nuestras balas no matan, educan. Nuestro coraje no castiga, marca un nuevo ritmo. Y no queremos arrebatar ninguna propiedad, sino sembrar en la propia.

¡A PINTAR LAS CALLES!

Comentarios

  1. Creo que es una magnifica idea! Cada cd. deberia considerar una propuesta de este tipo. Deberian hacerce ciclovias (aparte de pintarlas), asi ahorramos combustibles, por lo cual hay menos contaminacion, hacemos ejercicio (que cada vez somos mas flojos y mas obesos) y ayudamos a reducir estres.

    ResponderBorrar
  2. perfecto! empezemos a trazar unas con un plan estrategico!

    ResponderBorrar
  3. Estupénda iniciativa! Pero espero no los suceda lo mismo que pasó con los que decidieron usar la llanta de su bici para pintar la calle por donde pasaban, que fueron detenidos argumentando que pintar las calles sin permiso era una clase de bandalismo. Esto hace creo que más de un año.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Fernando Malkúm: el creador del fraude de las 7 profecías mayas.

Según su currículum Fernando Malkúm nació en Barranquilla, Colombia, hijo de padres libaneses, estudió Arquitectura en la Universidad de los Andes, en Bogotá, además de ser discípulo de la Universidad del Amor de Gerardo Schmedling. Pero según se lee, su fuerte es la producción de documentales para la divulgación pseudo-científica y conferencias magistrales con este mismo y loable propósito. En una crisis existencial vinó a México, a Chichen Itzá, a cubrir el evento de una convención de chamanes y de ahi sacó la información para sus profecías, pero me estoy adelantando, mejor sigamos con la historia. Entre 1979 y 1987, produjo varios programas de televisión para el Instituto de Cultura y Turismo de Bogotá y algunas estaciones de televisión, y dirigió varios comerciales para agencias de publicidad. Entre 1988 y 1993, produjo algunos documentales de 25 y 50 minutos de duración. Pero en 1999 aparece el documental que lo lanza a la fama: Los dueños del tiempo. Las Siete Profecías Mayas . N

El día que derribemos los puentes

Transitar hacia una ciudad con movilidad sustentable implica un proceso de reflexión que re-analice casi todos los conceptos que damos por sentados. Que procuremos entender de donde provienen y como es que llegamos a creer eso. La aparición del automóvil en las ciudades no solo transformó físicamente todo el espacio público sino que además cambió lo que creemos que es justo y lo que no. El auto impuso sus normas y hoy pareciera que al crear normas para promover otros transportes tendríamos que tomar las suyas como si estas fueran universales. Y no lo son. Al usuario de una bicicleta, por ejemplo, no se le tiene porqué imponer ninguna obligación que responda a cuidarse de la peligrosidad que en la calle provocan los carros. Hay una tendencia retrógrada a creer que el ciclista debe hacer cosas como: circular con chaleco reflejante para que lo vean los autos; detenerse en semáforos en rojo diseñados para la capacidad de arranque de un automóvil; disfrazarse de robo-cop para e